Datos personales

Concepción, Chile
Tengo 71años, jubilado hace 6 años,pertenezco a dos conjuntos folclóricos de la tercera edad, separado y en una relación seria reciente, 6 hijos, 6 nietos, 1 bisnieto.

Soy un Ingeniero Civil Metalúrgico de 70 años, amante de la Teosofia con algunas experiencias metafísicas.

martes, 17 de abril de 2007

LOS SENTIDOS DEL HOMBRE

LOS SENTIDOS


A todos, desde pequeños, nos han inculcado el paradigma que los sentidos con los cuales podemos tomar consciencia del universo que nos rodea son 5 y que las dimensiones del espacio son tres. Me costó muchos años el convencerme, a través del discernimiento, que tanto las dimensiones como los sentidos con los cuales nos relacionamos con nuestro entorno no son tres ni cinco, sino más.
Por ejemplo: Para que dos aviones choquen en el espacio o en una cancha de aterrizaje es preciso que tengan las mismas coordenadas con respecto a un punto de referencia(la caseta de control por ejemplo). Sin embargo dos aviones pueden pasar por el mismo punto sin chocar a condición que pase uno primero y el otro después. Estamos en presencia, pues de una nueva dimensión que es el tiempo. Aún más, mientras un punto del espacio sea observado en instantes diferentes, la temperatura puede que haya variado, como llega cada día a nosotros el calor del sol haciendo evidente la existencia de una nueva dimensión. Las variables que hay que fijar, entonces, para definir un evento no se limitan solamente al largo, ancho y alto. Debemos también considerar el tiempo, la temperatura y podríamos considerar otras variables o dimensiones, como por ejemplo los niveles de radiación recibidos en rayos gama, rayos X, cósmicos u otro tipo de radiación o nivel de magnetismo.
El tiempo lo definimos como pasado, presente y futuro, pero esta es una dimensión relativa que depende del punto de observación y del origen donde situemos el origen de las coordenadas para medir las distancias. Me explico.
Supongamos que vamos en el interior de un vehículo en movimiento, un tren, por ejemplo, y sacamos la cabeza por la ventanilla. Todo lo que nuestros ojos puedan ver y fijar en nuestro cerebro como visto constituye nuestro presente. Lo ya visto, un puente, una casa, un sembrado recién dejado de ver representa nuestro pasado. Una estación una vaca otro sembrado que aún no hemos visto, pero que estamos a punto de ver en unos instantes más representan nuestro futuro. Pero para otra persona, que va en el techo del tren, mi presente, mi pasado y mi futuro próximos, son simplemente un solo presente, pues, desde su ubicación los ve simultáneamente, aumentando el ángulo de percepción con respecto al mío. El piloto de un avión tiene un punto de visión todavía más amplio, pues está a mayor altura y para él es presente todo lo visto desde el tren o desde el techo del tren en un lapso de tiempo relativamente corto. Para los espíritus que pueblan el espacio, el pasado, presente y futuro pueden ser vistos o percibidos por ellos como un solo presente. Para Dios, que está colocado más allá, más alto aún que todos, todo es presente. Los espíritus pueden ver nuestro pasado y nuestro futuro en su presente y, si tienen la oportunidad de poder comunicarse con nosotros los vivos, a través de los mediums, pueden perfectamente leer nuestro pasado o ver nuestro futuro próximo y transmitírnoslo, sin que sea este un acto sobrenatural, sino difícil de comprender para la mayoría de los humanos. Somos nosotros los que no nos explicamos cómo pueden ellos adelantarnos algunos acontecimientos a ser vividos por nosotros en un futuro inmediato. Para Dios, todo es presente y sabe antes que nosotros todas nuestras necesidades y como van estas a ser cubiertas.
En cuanto a los sentidos, debemos definir primero qué vamos a entender por sentidos. Desde chicos se nos inculca que son cinco: olfato, vista, tacto, oído y gusto. Hoy yo no opino así. Durante años acepté esta propuesta como cierta por el solo hecho de habérseme enseñado así. Hasta que decidí emplear el libre albedrío y razonar, llegándome a convencer de lo siguiente:
Si definimos por sentido a cada uno de los conductos de nuestro organismo por medio del cual percibimos las características del medio inmediato alrededor de nosotros, podemos afirmar que los sentidos nos permiten sentir tanto las sensaciones como las emociones. Entre las sensaciones tenemos: la vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto. Se debe agregar también el sentido del equilibrio, el de la clarividencia y el de la telepatía . Estos últimos los tenemos todos, pero algunos los tenemos poco o nada desarrollados. El sentido del equilibrio nos permite permanecer erguidos convenientemente. Nos damos cuenta que perdemos el sentido del equilibrio, cuando nos enfermamos del oído medio y no nos podemos mantener de pie pues nos vamos al suelo. También se pierde el equilibrio, parcialmente, en los últimos años de vida. Se pierde parcialmente, como la vista. Casi todos, quedamos algo cortos de vista con los años o algo sordos. Los ancianos se caen muy fácilmente, les cuesta caminar. Podríamos decir que nos vamos quedando cortos de equilibrio al igual que cortos de vista. El oído medio, no obstante puede fallarnos a una edad relativamente temprana y hacernos perder la capacidad de permanecer erguidos. Nos caemos o debemos permanecer permanentemente en cama. Los animales, por tener este sentido no desarrollado deben andar en cuatro patas, lo que les garantiza mayor estabilidad. Casi todos tenemos atrofiados los sentidos de la clarividencia y de la telepatía. Algunas personas lo poseen levemente desarrollado, lo que les permite sobresalir de los demás al tener varios aciertos que les hace más fácil sobrevivir. A ese sentido a veces le llamamos intuición. Otras veces nos sorprendemos cuando a un ser querido le sentimos o le logramos transmitir alguna idea, concentrándonos en ella. ¿Acaso en la edad del amor no tenemos algo de telepatía con nuestra pareja? Si el hombre pudiera leer la mente de sus prójimos este mundo sería muy diferente. No se necesitaría detectives, ni policía, ni fuerzas armadas, ni podría haber comerciantes. Todos sabrían que este último está mintiendo en los precios de compra y venta. No habría hambrientos. Todos sabríamos quien posee una necesidad real y ésta quedaría satisfecha de inmediato. En una humanidad así, no tendríamos cabida nosotros. Sería una humanidad en otra escala de valores. Son sentidos que todos tenemos latentes, pero no sabemos cómo desarrollarlos.
LA VISTA:
La humanidad que percibimos es una percepción propia. Nosotros vemos en una razón que arbitrariamente le hemos llamado como “uno es a uno” . Si tomamos por ejemplo una lupa de 2x o de 10x, podemos ver detalles no visibles a ojo desnudo y eso nos permite cambiar nuestra opinión de lo que pensamos con respecto a las cosas observadas, pero simultáneamente, dejamos de ver todo el entorno al concentrar toda nuestra atención en un campo más reducido. El subir el aumento a 50x, a 100x, a 500x a 1000x y hasta 10000x nos permite conocer mundos insospechados, vidas desconocidas, como la de los microbios, hongos o bacterias. Permite descubrir remedios, vacunas. El microscopio electrónico alcanza a aumentos de 10000 o más, por lo cual el hecho de ver en la razón de 1 es a 1, sólo nos permite formarnos una visión muy particular de nuestro entorno. Por otra parte el mirar con un telescopio nos permite mirar hasta las estrellas. Si colocamos los aumentos con que podemos percibir el mundo con ayuda de lentes, en una línea continua, la visión uno es a uno, o normal para nosotros, quedaría representada por la intersección de dos rayas siendo una de ellas de largo infinito. El punto de cruce con la línea infinita sería nuestra capacidad de ver. Prácticamente vemos muy poco, casi nada. La materia, por ejemplo, está compuesta de átomos y bien sabemos que en cada átomo, el espacio vacío representa casi la totalidad del volumen que ocupa. ¿Cómo entonces vemos las cosas como macizas? Ni siquiera vemos todo lo que existe, pues no somos capaces de ver los rayos x, los rayos gama, los rayos ultravioletas, los rayos infla rojos, los rayos cósmicos o las ondas sonoras, entre otras cosas. Sólo nos percatamos de su existencia por sus efectos, ya sea porque impresionan la placa fotográfica o nos quema la epidermis. La luz es una transmisión de energía a través del éter y ésta está compuesta por ondas de diferentes longitudes, como lo demostró Newton al descomponer la luz al hacerla atravesar un prisma y encontrar el arcoiris. Otros investigadores, mediante experimentos lograron determinar la presencia de ondas luminosas más allá del espectro visible por ambos lados del arcoiris, los rayos infrarrojos y los ultravioletas.Haciendo un gráfico con los tipos de las transmisiones ondulatorias podemos crear la siguiente escala de longitudes de onda, de las cuales el rango visible corresponde no más que una emisora frente a un dial completo de las radioemisoras.
El gráfico quedaría como sigue:

.000000000001 cm………………………………………..rayos cósmicos
.0000000001 cm ……………………………………….rayos gama
.00000001 cm ……………………………………….rayos X
.000001 cm ………………………………………..rayos ultravioletas
.0001 cm ………………………………………. Rango visible
.01 cm ………………………………………. Infrarrojos
1 cm ………………………………………..
100 cm ………………………………………ondas de radio cortas
10.000 cm ………………………………………ondas de radio largas
1000000 cm ……………………………………….ondas de corriente
alterna de 60 ciclos

Banda de radiación o espectro electromagnético

Sólo algunos dicen poder percibir el aura de las personas de la cual hay evidencias desde los primeros cuadros pintados de figuras sacras. Tampoco somos capaces de percibir el mundo de los espíritus, pero intuimos su presencia porque conocemos algunos de sus efectos. No podemos decir entonces que vemos todo lo que existe o como realmente es.

EL OIDO
Es otro de los sentidos con lo cual percibimos el entorno. Pero ¿Qué escuchamos dentro de nuestro rango audible? Si consideramos que el rango audible por el oído humano esta comprendida entre los 16 y los 16.000 Hertz (Hz). Sabemos, por los instrumentos que hemos construido, que existen sonidos que perciben los animales pero que para nosotros no son audibles. Los infrasonidos , de frecuencia inferior a 16 Hz y los ultrasonidos que pueden llegar a los 1.600.000 Mega Hertz (mil veces superiores).Si un Hz equivaliera a un milímetro el rango sonoro sería de 1600 metros de los cuales sólo sería audible para el oído humano 1,6 centímetros. Con los sonidos no audibles somos capaces de explorar las soldaduras de los metales o el cuerpo humano (ecografías) construyendo aparatos ultrasónicos de laboratorio.
Esto equivale a decir que, el rango audible se puede considerar a penas una emisora dentro de un dial. ¿Podemos decir entonces que sólo suena lo que escuchamos o que escuchamos todo lo que suena? Por cierto que no. Entre nosotros , a un metro de distancia, existe miles de emisoras transmitiendo música, noticias, llamadas telefónicas etc. que para nosotros son desconocidas salvo que contemos con un sintonizador de AM, de FM o un teléfono portátil. No por que nosotros no las oigamos esos sonidos no existen. Si nos empeñamos en creer que sólo suena lo que oímos estaremos muy lejos de la realidad. La percepción del medio más cercano es propia del género humano, pero muy limitada.

EL TACTO
La temperatura que conocemos que existe está dentro del rango menos 273 grados Centígrado hasta temperaturas muy por sobre los 10.000 grados Centígrados que se suelen producir dentro del arco eléctrico o formar la luz de los astros que llega hasta nosotros. Sin embargo, nuestro cuerpo sólo es capaz de percibir temperaturas sobre cero grados ya que bajo esa temperatura se destruyen las células y bajo 37 grados centígrados, ya que sobre esa temperatura la piel se quema. Un rango de 37 grados entre 10.000 o más es también como una emisora dentro de un amplio dial. Sabemos que existen a través de instrumentos o por sus efectos, pero no podemos percibirlas directamente por el tacto o contacto directo con la piel.

EL GUSTO Y EL OLFATO

Si limitados son los sentidos anteriormente mencionados, más limitados son aún los sentidos de, gusto y del olfato. Sólo podemos degustar u oler una pequeña parte de las cosas, ya que gustos u olores muy fuertes llegan a destruir nuestros órganos sensores. No podemos oler o degustar ningún ácido, por ejemplo. Tampoco podemos degustar las cosas muy picantes, saladas , ácidas o básicas. En cuanto al olfato, hay animales cuyo olfato es superior al de los humanos y los usamos para detectar drogas. Otros animales lo usan para encontrarse en mundo y aparearse, salvando entre ellos enormes distancias.

EL EQUILIBRIO

Este sentido nos permite mantenernos erguidos cuando nos movemos e interactuar con el medio que nos rodea y solo nos percatamos que existe cuando lo perdemos total o parcialmente.




LAS EMOCIONES

También corresponde incluir dentro de los sentidos a las emociones, pues son una reacción de nuestro organismo a la acción del medio. Por ejemplo: Si nuestro organismo siente un ruido muy fuerte o desconocido, no sólo lo mide en un instrumento en milibares, sino que además sentimos mayor o menor miedo y eso nos permite arrancar y ponernos a cubierto. Entre las emociones podemos distinguir el amor, el miedo, la angustia, la alegría, la pena, el odio, la ira y la piedad o caridad.(se habla de sentimientos, reconociendo implícitamente que son detectados por los sentidos).

LOS SENTIDOS PARAPSICOLOGICOS

Entre ellos podemos distinguir la mediumnidad, la telepatía, la telequinesis, la precognición, la clarividencia, la intuición y otras características presentes en mayor o menor grado en algunas personas, mientras que la gran mayoría carece de estos sentidos, o al menos no tiene consciencia de tenerlos. Digamos que de una capacidad total de 100% de estos sentidos, quienes tienen conciencia de poseer al menos uno de ellos, con algún grado de desarrollo, no supera el 1%.


Por las razones anteriores nuestra mente debe estar abierta a reconocer que no podemos percibir todos los acontecimientos que se desarrollan a nuestro alrededor. Hay fenómenos inexplicables para nuestros sentidos y a esos fenómenos solemos llamarlos milagros o fenómenos extra sensoriales. Si bien a veces no conocemos las causas, al menos conocemos los efectos. No vemos los rayos X, pero sabemos que existen, pues sensibilizan la placa fotográfica. No vemos los rayos ultravioletas, pero vemos los estragos que realizan sobre nuestra piel. No oímos ciertos ruidos, pero vemos que los perros u otros animales si los escuchan y reaccionan.No vemos los espíritus, pero a veces nos penan. No vemos a nuestro ángel de la guarda, pero con toda confianza nos encomendamos a él y nos sentimos protegidos. Si tan limitados son nuestros sentidos…!Cómo existen personas que se permiten criticar y cuestionar la existencia de Dios y criticarlo pretendiendo ponerse de este modo por encima de Él.
MPC/mpc 14.03.2007

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